Hay etapas en la vida en que utilizamos estas frases para referirnos a un cambio importante. Quizás se utilizan con frecuencia cuando nos graduamos del colegio. El día de la ceremonia, mientras caminamos lenta y coordinadamente hacia nuestros puestos, con los padres y seres queridos alrededor viendo nuestro transcurso emotivo, nos ponemos a reflexionar lo que fue esta etapa de nuestras vidas. Compañeros, profesores e infinitas anécdotas quedarán para el recuerdo pues ya es hora de seguir adelante, hacia un futuro incierto y a la vez, alentador. Ya no más. Nunca más el colegio. Y aunque cause un poco de melancolía este pensamiento, por los momentos bonitos que se vivieron en ese período, también hay sentimientos de alegría pues se cumplió una meta de esfuerzo y dedicación. El 31 de enero de 2007 ocurrió un enorme cambio en mi vida.