Sobre el sofá de mi casa, abrazado a mi perro y con el televisor encendido, meses atrás pensaba: Hace seis meses terminé la secundaria y lo que tanto había deseado cumplir, se desvanece ante la terrible situación de mi familia y de mi pueblo. Tengo 17 años, vivo con mi padre en el campo, soy indígena, estudié en una pequeña escuela de mi vereda, me las arreglé para terminar el bachillerato en un buen colegio del pueblo vecino y ahora aspiro entrar a la universidad. ¡Crecí en una comunidad indígena!: Jambaló.