Browsing by Author "Duarte Torres, Carlos Arturo"
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Item Aproximaciones a un balance sobre el reconocimiento del campesinado latinoamericano: los casos de Bolivia, México, Brasil y Colombia(Pontificia Universidad Javeriana Cali, 2019) Quintero Falla, María Alejandra; Duarte Torres, Carlos ArturoLejos de constituir un tema resuelto, el reconocimiento del campesinado como sujeto político y de derechos, atendiendo sus distintas reivindicaciones en materia de redistribución de recursos económicos, reconocimiento de su dimensión cultural y representación política, sigue siendo una apuesta válida en la medida en que sus circunstancias particulares resulten todavía apremiantes. Basta al respecto verificar que el campesinado latinoamericano, como integrante del mundo rural que hoy por hoy acumula tan solo al 18% de la población total latinoamericana, contribuye con las condiciones de su población al 29% del total de las personas en situación de pobreza y al 41% que representan aquellos en situación de pobreza extrema (Comisión Económica para América Latina y el Caribe [CEPAL], como se citó en Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura [FAO], 2018). Pese a lo anterior, lo cierto es que la movilización campesina cada vez más tiende a integrar demandas que exceden lo económico, en lo cual cobra vital importancia el indagar tanto por su relación con sujetos étnicos de derecho, que como ocurre en los casos de indígenas y afrodescendientes, cuentan con una variada gama de derechos reconocidos en el orden internacional y local, como por sus particulares características culturales, ambas variables en función de las cuales se aboga en últimas por la instalación de esquemas diferenciados de reconocimiento de derechos que les posibiliten además participar en igualdad de condiciones con el resto de la población. Constatar de esta manera cómo, efectivamente, pareciera que el reconocimiento del campesinado como sujeto político y de derechos varía significativamente entre un Estado y otro en un baile constante con la pervivencia de características identitarias campesinas comunes más allá de las fronteras nacionales, tales como su innegable arraigo a la tierra, requiere entonces una aproximación a las condiciones en que se desenvuelven los campesinos latinoamericanos a través del análisis de diferentes casos de estudio que permitan, a su vez, hacerse a una idea del balance sobre su reconocimiento en torno a puntos comunes y divergentes.Item Conflictos multiculturales y convergencias interculturales : una mirada al suroccidente colombiano(Pontificia Universidad Javeriana de Cali, 2019) Trujillo Ospina, Daniella; Duarte Torres, Carlos Arturo; Castaño Rico, Alen Felipe¿por qué la implementación del multiculturalismo en el plano local lleva a que ciertas expresiones conflictivas tomen fuerza? ¿Cómo el reconocimiento a la etnicidad, presente en el giro multicultural, se materializa en las interacciones entre grupos diversos en territorios específicos? ¿Qué pasa con las poblaciones que no se adscriben bajo el lente étnico que marca al multiculturalismo colombiano, y cómo su exclusión participa en la emergencia de enfrentamientos violentos? ¿De qué manera se relaciona la inclusión diferenciada –política, económica y culturalmente– propiciada por el multiculturalismo con la competencia y las disputas emergentes entre sectores que sufren una variedad de inequidades?Item Desencuentros territoriales : caracterización de los conflictos en las regiones de la Altillanura, Putumayo y Montes de María V.2(Pontificia Universidad Javeriana de Cali, 2015) Duarte Torres, Carlos ArturoEl tomo II de Desencuentros territoriales aborda tres estudios de caso en donde se analizan varios conflictos que evidencian los efectos socioculturales del extractivismo en Colombia. El análisis de las territorialidades en los Montes de María dan cuenta de las principales secuelas del conflicto armado colombiano. El caso de la Altillanura colombiana expone los efectos sociales de la apertura de una de las últimas fronteras agrícolas del país. El tercer caso, enfocado en el Putumayo, muestra cómo el cruce de factores tales como la gestión de proyectos de infraestructura o la instalación de economías de enclave, sitúan a la región en el ámbito de una constante reconfiguración territorial.Item Desencuentros territoriales : la emergencia de los conflictos interétnicos e intercultuales en el departamento del Cauca V.1(Pontificia Universidad Javeriana de Cali, 2015) Duarte Torres, Carlos ArturoEl presente volumen analiza los conflictos intectulturales (campesinos-indígenas) e interétnicos (indígenas-indígenas y afrodescendientes-indígenas), que se han dado a lo largo de los últimos diez años, en medio de una vertiginosa profundización del modelo multicultural en el departamento del Cauca. La radicalización de los discursos de etnicidad y el fortalecimiento de otras identidades no étnicas ha sido concomitante a la implementación operativa de un sistema diferencial de derechos que no brinda las mismas garantías a toda la sociedad. Con este panorama, el volumen avanza en el desarrollo de un estudio de caso en el municipio de Cajibío.Item La fuerza del campo: Marchas Cocaleras(Pontificia Universidad Javeriana de Cali, 2018) Nieto Vallejo, Kevin; Duarte Torres, Carlos Arturo; Jurado Bolaños, PaolaEstimado lector, El cómic que hoy tiene en sus manos representa un ejercicio de comunicación y reflexión sobre los movimientos sociales campesinos que tuvieron lugar en los años 90 en nuestro país. Las marchas cocaleras acaecidas en 1996 son una ventana que nos permite echar un vistazo al devenir superviviente del campesinado colombiano. Hoy en día los campesinos se enfrentan a múltiples dificultades para permanecer en sus territorios dignamente: ya no son solamente los tradicionales condicionamientos estructurales del acceso a la tierra, la pobreza, las ineficientes políticas de desarrollo rural, o la violencia endémica que no deja de golpearlos con un ensañamiento particular. De manera inesperada, nuestros campesinos actualmente se debaten para que el Estado los reconozca como sujeto colectivo de derechos. Su invisibilidad es aún más diciente en la medida que la política pública insiste en tratarlos solamente bajo la óptica de trabajadores rurales. En ese sentido, esta novela gráfica pretende reconocer tanto la historia como las diversas expresiones de convivencia socio-cultural que este importante sector poblacional promueve en nuestro campo. Como vemos, la construcción gráfica de esta historia llevó a que nuestro equipo de trabajo se reuniera múltiples veces con los profesionales de la línea de investigación aplicada en Desarrollo Rural y Ordenamiento Territorial del Instituto de Estudios Interculturales. Además, nosotros mismos debimos sumergirnos entre los meandros de la historia campesina para lograr convertir los dibujos en contornos lo suficientemente amplios, en los que se reflejen las historias comunes que coinciden en los territorios campesinos, sin importar si es el Caquetá, la Serranía del Perijá, el Putumayo o los Montes de María. ¿Existen esos puntos comunes en la historia del campesinado colombiano? Creemos que, a pesar de su extraordinaria heterogeneidad, indudablemente es posible identificar dichos puntos de contacto. Retomando al sociólogo lituano Teodor Shanin, podríamos decir que nuestro campesinado puede ser entendido a través de los siguientes cuatro atributos que los caracterizan: Formas organizativas. La unidad familiar como la unidad básica de una organización social multidimensional: consumo propio(sostenibilidad) y relacionamiento con la estructura económica y política exterior (antes era el arrendatario, hoy existen los bancos y las fiducias que dan créditos para la actividad), así como la vinculación con el comercio local o regional. En Colombia, y en las zonas de colonización como el Caquetá, donde transcurre gran parte de la historia de nuestro comic, la forma de organización vecinal es muy importante; la vereda ha jugado históricamente esta forma de organización colectiva del territorio, y a nivel político, las juntas de acción comunal como su unidad mínima. Forma de producción. El cultivo de la tierra como el medio principal de subsistencia para satisfacer la mayor parte de las necesidades de consumo. Para el caso colombiano habría que agregarle todo el campesinado sin tierra que vende su fuerza de trabajo: los recolectores de café, o los raspachines de coca, que como se observa en esta historia, provienen de diversos lugares y son llevados y traídos por las mareas de las bonanzas agrícolas, sean estas lícitas o ilícitas. Sin embargo, el efecto de la naturaleza es particularmente importante en la producción de alimentos para la subsistencia en unidades tan pequeñas, y esa es la gran enseñanza que surge luego de la discusión entre los compadres indígena y campesino de la historia. Cultura. Una cultura tradicional específica, relacionada con la forma de vida de comunidades pequeñas. Como se puede apreciar en la historia que nos ocupa, la relación con la tierra es un elemento vital, una relación particular con la naturaleza (cultivos, animales) que se expresa en las formas de organización vecinal y comunitaria ya referidas. Por último, pero no menos importante, el campesinado por lo general se encuentra en condiciones de dominación de poderes exteriores y fuerzas que escapan de su control. De acuerdo con Shanin, por regla, los campesinos han estado alejados de las fuentes sociales de poder; su sujeción política se conecta directamente con su negación como actor cultural y con su explotación económica. En el caso del campesino colono, que protagoniza nuestra historia, es posible concluir que la principal forma de dominación tiene que ver con el acceso a la tierra, su proceso de formalización en condiciones de inequidad, así como la negación sistemática de su existencia como sujeto con cultura y tradiciones propias, lo que conlleva a ser observado como un sujeto en transición, en vías de modernización, e incluso como delincuente en el caso de los cultivos cocaleros. No puede perderse de vista que los campesinos existen como proceso dinámico, esto es, van transformando sus hábitos en el marco de las relaciones, con un entorno que, como el colombiano, es profundamente cambiante a múltiples niveles. Las tecnificaciones en la producción, las transformaciones en las relaciones económicas y de poder, las reconfiguraciones territoriales, y la presencia de diferentes actores en el campo inciden de forma condicionante en las respuestas del campesinado a los desafíos que la producción, la organización, y los cambios culturales les plantean generación tras generación. Frente al anterior panorama, el cómic busca evidenciar que campesinos y campesinas nunca han bajado los brazos, demostrando ante cada dificultad su capacidad de resistencia. En esta medida, la creatividad de estas poblaciones los lleva a encontrar siempre una solución impensada, quizás atrevida a costa de jugarse su propia vida y la de sus familias. Ahora bien, metodológicamente este trabajo conjugó herramientas propias del diseño y las ciencias sociales. En cuanto a la novela gráfica, se utilizó el Story Board como eje articulador de la trama, conjugándolo con el diseño de personajes adaptado a la estructura en viñetas. En cambio, del lado de las ciencias sociales, se construyeron varios personajes ideales muy al estilo de los trabajos de Alfredo Molano, y a partir de dichas tipologías, se intentó recrear la historia de la movilización cocalera. Producto de ese ejercicio, se diseñó una primera línea de tiempo que correspondía con el itinerario de la movilización, pero que al mismo tiempo buscaba comunicar dos momentos históricos diferentes: de un lado, este primer boceto intentaba enraizarse hacia el pasado buscando desenhebrar la suma de motivaciones que llevaron a este conjunto de familias y comunidades a arriesgar sus vidas en la exigencia de sus derechos. De otro lado, también se pensó enlazar el futuro imaginado de estas poblaciones hacia las generaciones que le siguieron y los proyectan a futuro. Posteriormente, se trabajó en un guion que densificará la trama de tiempo planteada. De este modo, se buscó construir un relato intercultural, en el que los diversos sectores poblacionales que componen nuestra ruralidad se ven como categorías complementarias y solidarias. Campesinos, afrocolombianos e indígenas, en vez de ser retratados como comunidades separadas y cosificadas bajo el yugo esencialista de la diferencia, son familias que vienen de sufrir procesos de despojo comparables, lo cual les permite pensarse solidarias las unas con las otras. El ejercicio de conservar su diferencia no les quita la posibilidad de estar unidos frente a la adversidad. Es la paradoja de la unidad en medio de la diferencia. Por: Kevin Nieto Vallejo, Carlos Arturo Duarte Torres y Paola Jurado BolañosItem Hacia una antropología del Estado colombiano : descentralización y gubernamentalidad multicultural(Pontificia Universidad Javeriana de Cali, 2018) Duarte Torres, Carlos ArturoEsta investigación se focaliza en el análisis del multiculturalismo colombiano por medio de su caracterización operativa. En este sentido, la evaluación operativa de las políticas multiculturales, más allá de los tradicionales análisis discursivos, consiste en revisar empíricamente la implementación de los derechos diferenciales traducidos en políticas públicas concretas. A partir del seguimiento de este estudio de caso, el lector podrá descubrir cómo para el contexto colombiano, son persistentes los (des)-encuentros y los efectos paradójicos entre una visión neoliberal de la gestión pública, las dinámicas de reconocimiento étnico promovidas por el Estado y los procesos de autonomía en clave comunitarista defendidos por las organizaciones indígenas.Item La Paz Imperfecta que construye la comunidad campesina del Corregimiento de Lerma Bolívar, Departamento del Cauca.(Pontificia Universidad Javeriana, 2020) Andrade, Clara Mabel; Fernández Orozco, Miguel Alberto; Duarte Torres, Carlos ArturoDesde la teoría de las "Paz Imperfecta" y de las "Mediaciones en procesos de paz", este trabajo de investigación analiza las practicas locales y cotidianas de paz, desarrolladas de manera autónoma, en la década de los 90´s, por la comunidad campesina del Corregimiento de Lerma - Bolívar Departamento del Cauca, las cuales le permitieron superar la violencia generalizada ocasionada por la bonanza cocalera expresada en la circulación desmedida del dinero, el consumo de bebidas alcohólicas y sustancias psicoactivas, homicidios y violencia sexual. La transformación del estado de violencia generalizada a un estado de convivencia y paz, se logró a partir del fortalecimiento de una plataforma social que tiene como pilares la organización comunitaria, la educación en valores y la recuperación de las expresiones artísticas y culturales. "Recuperar lo que éramos como comunidad campesina y vencer la muerte". Con un abordaje metodológico cualitativo y recurriendo a la revisión documental y entrevistas semiestructuradas a líderes y habitantes de la población de Lerma, se evidencia la existencia de diversos tipos de violencia (estructural, directa y cultural) vivida por las comunidades rurales en diferentes niveles (local, regional y nacional) ante las cuales, las comunidades desarrollan prácticas de paz que están ancladas a su sistema social y cultural y que les ha permitido mantenerse como comunidad. Dichas prácticas se ponen a prueba y se potencian en momentos de violencia generalizada, y desde lo local aportan en la construcción de una paz mayor.